
La Universidad del Medio Ambiente (UMA) es una institución educativa de posgrado especializada en temas ambientales, localizada en Valle de Bravo, Estado de México. La UMA ofrece un sistema de aprendizaje innovador para apoyar y retar a agentes de cambio en el co-diseño de un futuro sustentable, resiliente y regenerativo.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
lunes, 10 de septiembre de 2012
Visita a San Juan Nuevo Parangaricutiro
Por: Federico Llamas
Hace unas semanas tuve la oportunidad de visitar la comunidad de Nuevo San Juan Parangaricutiro, una comunidad indígena a dos horas de Morelia, Michoacán.
Tenía mucho interés en conocerlo porque es el único aprovechamiento forestal en la zona central de México que cuenta con la certificación del Forest Stewardship Council (FSC). Este es el organismo internacional más importante para la certificación de manejo sustentable de bosques. Supuse que sería una visita interesante en la cual aprendería sobre el manejo forestal, pero lo que encontré sobrepasó todas mis expectativas. Efectivamente tienen un excelente manejo de las 10 mil 464 hectáreas de bosque que están dentro de su comunidad. Pero lo más fascinante fue conocer su historia y la forma en la que se han organizado.
San Juan
Parangaricutiro era una comunidad indígena que tenía su centro en un pequeño
poblado con una hermosa iglesia. En 1943 un volcán se activó cerca de la comunidad.
La tierra empezó a activarse en medio de la parcela de un agricultor, y
eventualmente ríos de lava estaban en marcha. Tardó diez años en formarse un enorme
volcán que cubrió kilómetros de roca volcánica. El pueblo de San Juan y su
iglesia quedaron cubiertos. Sus pobladores lograron salir a tiempo y se establecieron a las afueras de la
comunidad. Estos grandes retos, y la situación política y económica del país,
hicieron que para los años setenta la comunidad estuviera en una profunda
crisis. Los caciques de la zona y empresas trasnacionales estaban controlando
sus tierras y el bosque estaba cada vez mas deteriorado. La identidad y la cohesión
de esta comunidad estaban por desaparecer.
Seis jóvenes
de la comunidad, que en esa época tuvieron oportunidad de estudiar una carrera
universitaria, regresaron a San Juan Nuevo y decidieron hacer algo.
Convencieron a sus familiares y amigos que debían retomar el control de sus
tierras y de su futuro. Enfrentaron a caciques y empresas y se arriesgaron a responsabilizarse
del manejo de sus bosques. Los primeros años fueron muy difíciles, con grandes
retos legales, económicos y de seguridad. Estaban aprendiendo a manejar un
aprovechamiento forestal y a competir en un mercado capitalista. Pero la
comunidad no detuvo sus esfuerzos y no
solo lograron ser exitosos sino ser uno de los ejemplos más asombrosos que
conozco de una empresa socio-ambiental.
La comunidad
ha creado a la fecha veinte negocios alrededor del manejo de sus bosques: venta
de madera, de muebles y de resinas; ecoturismo; agua y hasta un servicio de
televisión por cable. Emplea a más de 1,500 personas y genera beneficios para
toda la comunidad.
La
organización cuenta con un gobierno corporativo muy sofisticado. Al frente está
la asamblea general en la que participan los 1,254 comuneros. Las asambleas son
mensuales y normalmente tienen un quórum de entre 800 y 900 personas. Tienen un
consejo formado por cerca de 80 miembros de la comunidad, un órgano de
vigilancia y un director general que supervisa la operación de las 20 empresas.
Cada una de estas iniciativas tiene a su vez un director. Las decisiones se toman de forma
participativa y abierta, y en todo momento se busca que las empresas estén al
servicio del bien común. Ocupar un puesto dentro de las organizaciones es un
privilegio para sus miembros y el castigo por una acción deshonesta es la pérdida
del prestigio personal y familiar. Las utilidades de estas organizaciones se
reinvierten en su totalidad en nuevos proyectos que respalden la prosperidad de
largo plazo de la comunidad. Su planeación tiene una visión de cuando menos 50
años hacia el futuro, lapso de tiempo que coincide con el ciclo de crecimiento
y cosecha del bosque.
Esta
asombrosa empresa ha logrado dar un empleo estable a más de mil personas, ser
competitivá en el mercado nacional, generar beneficios tangibles a su comunidad
y regenerar las más de 10 mil hectáreas de bosque que están dentro de sus
tierras. Es un ejemplo único a nivel
global de cómo un negocio puede generar beneficios ambientales, sociales y
económicos. Me parece que una de las razones que hacen de esta experiencia un
caso tan inspirador es la visión del
mundo de la cual nace. Las comunidades indígenas tienen siglos de tradición y
organización social basada en las decisiones colectivas y el bien común, esta
es su forma tradicional de operar. La comunidad logró tener el valor de
defender estos valores y traducirlos en una operación exitosa en el entorno
económico actual.
Llevo mucho
años aprendiendo cómo los negocios
pueden estar genuinamente al servicio del bien social y ambiental y pareciera que la punta de lanza en este tema
está en Estados Unidos o en Europa. Sin embargo, ahora encuentro un ejemplo
como ningún otro a unas cuantas horas de
mi casa. Lo más interesante es que un negocio así solo podía surgir de una
cosmovisión distinta. Un inspirador caso de tomar lo mejor de dos mundos para
impulsar nuevas posibilidades.
jueves, 16 de agosto de 2012
Tercer Taller Ciudadano
El Observatorio
Ciudadano de la Cuenca Valle de Bravo-Amanalco ha iniciado una serie de seis
talleres para conocer y analizar la propuesta del Nuevo Plan Municipal de
Desarrollo Urbano de Valle de Bravo y conciliar opiniones que puedan complementar
este proyecto.
Te invitamos a
participar en el tercer taller este lunes 20 de agosto de 9:00 a 14:00 en el
Centro Regional de Cultura Joaquín Arcadio Pagaza, ubicado en Fray Gregorio Jiménez de la Cuenca s/n,
Colonia Santa María Ahuacatlán (frente al Embarcadero Municipal).
Contaremos con
la presencia de un especialista que impartirá una Sesión teórica sobre Desarrollo Urbano Sustentable y
se profundizará sobre las
diferencias del nuevo Plan propuesto y el Plan vigente.
Si no pudiste asistir a los talleres
anteriores, todavía puedes unirte al proceso. Únicamente te sugerimos revisar
el siguiente vínculo de Internet donde encontrarás el Documento de la propuesta
del nuevo Plan Municipal de Desarrollo Urbano para que lo conozcas y puedas
participar activamente en las Mesas de Trabajo.
http://www.valledebravo.gob.mx/pdf/PMDU%20VALLE%20JULIO%2012.pdf
Favor de confirmar su asistencia: info@observatoriovalle.org.mx
lunes, 2 de julio de 2012
Nuestros Emprendedores
PROYECTO RECOVECO
Entrevista con: Ana Sofía Ruenes
Ana
Sofía Ruenes nos cuenta que el proyecto Recoveco se llama así porque son
espacios en la naturaleza en donde los niños pueden aprender jugando con ella.
Su
misión es ofrecer experiencias transformadoras en la naturaleza, buscando
facilitar el reconocimiento del vínculo con ella, que lleve a tener una nueva
cultura medioambiental para vivir cada día en un mundo más sano, equilibrado y
mejor.
“Recoveco
crea espacios en donde podemos experimentar diferentes actividades que nos
hagan consientes de que somos naturaleza”, explicó Ruenes.
Se
enteraron de la UMA a través de una
amiga, que tuvo la oportunidad de asistir a talleres de planeación del
programa. Ambas participaron en el mismo programa. “Para mí, era una plataforma
para desarrollar algunas ideas que tenía, pero terminó surgiendo Recoveco, que
es una idea con la que tengo una gran identificación”.
Hoy
en día, Recoveco tiene un grupo de colaboradores, asesores y aliados
estratégicos que están trabajando en conjunto para el primer sitio. El equipo
incluye psicólogos, pedagogos, especialistas en diversos temas ambientales y de
experiencias en la naturaleza.
“Recoveco
ya desarrollo el concepto, el nombre, la identidad corporativa y estamos en la
etapa final para iniciar el desarrollo del primer espacio”, adelantó Ruenes.
martes, 29 de mayo de 2012
El agua que no vemos
Por: Francisco Bonilla
“Agua
pasa por mi casa” versa una rima infantil, pero… ¿realmente tenemos consciencia
plena de toda el agua que pasa frente a nosotros para satisfacer nuestras
necesidades diarias?.
Con menos
de una década de existir, el concepto “agua virtual” cuantifica la cantidad de
agua que se requirió a lo largo de cualquier cadena productiva para dar como
resultado un producto específico; por ejemplo: para producir 1 taza de café se
requieren 150 litros de agua (aproximadamente), y para producir 1 kg de carne
se requieren 3,000 lt de agua; desde el agua utilizada para cultivar los granos
y plantas requeridas para alimentar a las vacas, el agua consumida por ellas,
el agua utilizada durante el proceso industrial hasta el empacado y entrega al
consumidor final.
Todo lo
anterior solo pone en evidencia lo limitada que es en la realidad nuestra percepción
del fenómeno del agua y los grandes problemas asociados a él; ya que solamente
es con una pequeña fracción de ella con la que físicamente interactuamos todos
los días al abrir la llave del lavabo, al bañarnos, al cocinar o al beber agua
embotellada. Sin embargo para bien o para mal, los grandes problemas y las
grandes soluciones se gestan en el agua que no vemos y que silenciosamente
viaja a través de todas las cadenas productivas sin que su valor sea reconocido
económicamente como tal; ya que el agua es un bien que pareciese hemos dado por
sentado que ahí está, y que podemos desplazarlo globalmente junto con nuestras
mercancías. Si quisiésemos encontrar algún “punto de acupuntura” en el sistema,
donde poder hacer un cambio para construir como civilización un verdadero uso
sustentable del agua, sin duda radicará en el fenómeno del agua virtual; ya que ahí es donde incuban algunas de
las importantes semillas de ajuste o desajuste en el ecosistema planetario.
Para
tener un poco de claridad al respecto, comencemos por comprender que a nivel
país (en términos generales), el 80% del
agua se utiliza para producir comida el 10% se utiliza en la industria, y
solo el 10% restante se utiliza en nuestras casas, hoteles, centros comerciales
y oficinas. Expresado de otra manera: aún si las grandes campañas de
comunicación en exhorto para hacer un uso eficiente del agua logran despertar
en el ciudadano el cometido de ahorrar agua y hacer uso eficiente de ella;
estaremos incidiendo únicamente sobre el 10% del problema cuando en una sociedad de consumo globalizada el
problema real radicará en el agua virtualmente contenida como equipaje en los
objetos que consumimos, la manera en que los consumimos y la forma en que
fueron producidos. Para ilustrar lo anterior basta comparar la ración de
palomitas que se nos ofrece en el cine hoy en día (donde por dos pesos
adicionales podemos obtener una ración tamaño cubeta, mas parecida a un florero
que a una bolsita con golosinas), con el
tamaño una de ración considerada como “normal” hace dos décadas.
De la
misma manera podemos ir comparando presente y pasado en el tamaño de las
raciones de comida servidas en los restaurantes, la comida disponible en los
centros comerciales, la diversidad de oferta y de productos a las que podemos
aspirar, así como el origen y lejanía de la gran mayoría; todo ello con enormes
aspectos económicos positivos; pero con una faceta oculta que contribuye a la
complejidad de un problema creciente: el desplazamiento
de agua virtual en el comercio global.
Aunque el
comercio siempre ha sido parte
fundamental de nuestra civilización, nunca como en el momento presente
habíamos sido capaces de desplazar tal volumen de mercancías alrededor del
globo, de manera tan intensa y tan rápida; lo cual va acompañado de manera
inherente por un desplazamiento de agua virtual “contenida” en los productos
transportados de un lugar a otro. Es decir: Para comercializar una playera de
algodón importada a México desde Estados Unidos y manufacturada en China, la
materia prima probablemente haya tenido como origen una cuenca del norte de
México (a un costo por el uso del agua agrícola casi cero); donde probablemente
se realizó un uso intensivo del agua (el algodón es un cultivo sediento), para
posteriormente exportar dicho algodón al otro lado del mundo, donde fue
transformado en tela y camisetas; para volver a ser trasladado nuevamente a una
o varias partes lejanas del mundo, para su comercialización. De lo que no se
hizo un recuento en esta historia, fue del agua requerida para el cultivo de
una especie sedienta; del agua utilizada en el proceso de volver el algodón
tela y camisetas, añadiéndole marginalmente al total agua virtual conforme
aumentan los procesos de transporte y los intermediarios en la comercialización
del producto.
Siguiendo
con el ejemplo anterior, podríamos citar que las prácticas de agricultura
actuales (en términos generales), han tendido a sustituir masas de ecosistemas
ecológicamente productivos que brindan enormes servicios ambientales (cuantificables
todos ellos, como la producción de oxígeno, la regulación del clima y la
recarga de mantos acuíferos), por grandes extensiones de cultivos de una sola
especie; altamente productivos en términos económicos, pero totalmente
improductivos en términos ecológicos. Tal sería el caso de las selvas
Amazónicas en Brasil, que son taladas para sembrar caña (un cultivo sediento), en
aras de producir etanol que será exportado a Estados Unidos para producir
biocombustibles, que le darán a su vez de beber a vehículos que fueron diseñados
para la guerra; pero que son utilizados por algunas amas de casa para ir al
supermercado. En este caso se cambió un
ecosistema altamente productivo en términos ecológicos (el cual generaba
agua); por un ecosistema sediento que
consume servicios ambientales en lugar de generarlos. Acompañado a lo
anterior viene el traslado virtual de agua de un sistema complejo vivo, a un
sistema de consumo de recursos histérico (el consumidor Estadounidense de
biocombustibles para camionetas y vehículos suburbanos).
Un factor
que aumenta la complejidad del fenómeno (por no llamarlo problema) es la
presión sobre el recurso, entendiendo esto como la relación del agua que
extraemos de la naturaleza (particularmente del subsuelo) respecto a la que
permitimos que se reintegre de manera natural y/o artificial (en especial para
la recarga de mantos acuíferos). Como referente podremos mencionar que un
enorme porcentaje de acuíferos de nuestro país se encuentran sobreexplotados;
volviendo el problema particularmente delicado en ecosistemas cálidos y secos, cuya
historia geológica les ha permitido tener enormes reservas subterráneas de agua,
pero las condiciones de clima actuales no les permiten reintegrar al subsuelo
agua en la misma proporción de la que se puede extraer. Estas cuencas son
particularmente vulnerables cuando se les integran prácticas de cultivos (propicios
a temperaturas cálidas), rentables económicamente; pero enormemente sedientos,
volviéndolos ecológicamente ineficientes. Si sumamos todo lo anterior a una red
de comercio global, lo que estaremos presenciando es el mayor movimiento de
agua virtual de la historia, donde una minoría altamente consumidora con poder
económico; estará viviendo mas allá de las capacidad de carga de la tierra para
sostener la vida en su lugar puntual de residencia, sacrificando el equilibrio
ecológico y disponibilidad de recursos hídricos de los habitantes lejanos
(humanos y no humanos) en otras cuencas y otros sitios del planeta.
lunes, 30 de abril de 2012
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