miércoles, 10 de noviembre de 2010

México no está preparado

por: Gustavo Alanís
 
México parece no estar listo para asumir no sólo la Presidencia de la COP16, cuya responsabilidad va más allá de la facilitación del proceso, tampoco parece estar listo para hacer del tema de cambio climático un compromiso real y plasmado en las acciones del día a día, en el que todos deben asumir su papel y responsabilidad, desde el gobierno federal, los gobiernos estatales y el poder legislativo, hasta la sociedad en general.

A menos de cuatro meses de la celebración de la Décimo Sexta Conferencia de las Partes (COP16) sobre cambio climático que tendrá lugar en Cancún, el País se encuentra en un proceso de definición dentro de cada uno de los sectores que ven en esta Cumbre un reto, pero al mismo tiempo una oportunidad para posicionar y fortalecer las agendas relacionadas con el cambio climático.

En este sentido, y después de lo vivido en Copenhague en diciembre pasado, el gobierno mexicano se ha esmerado en la facilitación de las negociaciones internacionales.

También se habla del trabajo del poder legislativo en la promoción y negociación de instrumentos e iniciativas de atención a cambio climático, y las organizaciones de la sociedad civil planean y trabajan en estrategias y campañas para fortalecer y hacer oír su voz en el marco de la Cumbre, pero sobre todo exigiendo acciones que vayan más allá del 2012.

Sin embargo, pese a esta voluntad, México sigue mostrando un alto grado de desorganización y de falta de construcción de acuerdos, en el que todos los sectores se vean reflejados. Y si bien dicha construcción lleva tiempo, el trabajo que se realiza en el País parece haber arrancado de manera tardía y su conformación va caminando lento, si no es que en algunas áreas está simplemente paralizado.

Teniendo el decimotercer lugar en el ranking de los países con mayores emisiones en el mundo, México ha buscado avanzar: se ha creado el Programa Especial de Cambio Climático (PECC) y se cuenta con la Estrategia Nacional de Cambio Climático que, no obstante su relevancia, aún carecen de fuerza y visión estratégica.

Pensando en Cancún, pero con la mira en el largo plazo, lo que hace falta en el País es un mayor trabajo y una coordinación apropiada entre los sectores responsables, léase gobiernos, sector privado, academia y ONGs.

Hace falta que el tema de cambio climático sea asimilado y entendido como uno de prioridad extrema dentro de los planes estratégicos de los diferentes sectores y que se incluyan recursos suficientes para atenderlo, además de la necesaria creación de capacidades para lograr que México sea un país verdaderamente congruente frente a los compromisos internacionales de reducción que, aún siendo aspiracionales, llevamos a cuestas.

El cambio climático no distingue entre sectores, partidos políticos o países.

Tomando en cuenta esto, y reconociendo que nos va a afectar a todos por igual, es momento para que todos los actores muestren su compromiso y voluntad para atender hoy algo de lo cual en el futuro, de no hacerlo, nos pudiéramos arrepentir.


Gustavo Alanís es director del CEMDA (Centro Mexicano de Derecho Ambiental).