Taller 2 – Diplomado en Sustentabilidad
Octubre 2011 – Valle de Bravo.
Ya estamos de vuelta aquí para continuar con el segundo ciclo “La
Dimensión Ambiental” del Diplomado en Sustentabilidad de la Universidad de
Medio Ambiente.
Viernes 14
Primero revisamos y concluimos la dimensión personal del ciclo pasado.
Revisamos dos ejercicios: 1)masticar la comida y 2) proyectos personales.
En general, fue muy difícil estar pensando en masticar lentamente y en
todas sus implicaciones. Pero básicamente lo que permite este ejercicio es una
reflexión sobre los hábitos, una atención a los sabores, una meditación sobre
realmente, qué tanto nuestra mente es automática y qué tanto estamos
conscientemente en el presente y disfrutamos y sabemos apreciar la felicidad…
En realidad, el ejercicio de masticar es una herramienta para utilizar
la relación con la culpabilidad y entrenar la concentración… entrenar la
atención para dar paso a la apertura de la consciencia… trabajar el interior
para generar energía hacia lo exterior… ideas interesantes.
Después cada quien habló sobre los avances de sus proyectos
personales. Sorprendentemente, todos sufrimos obstáculos y adaptamos nuestros
planes para realizar las metas cada ves más eficientemente.
Regresando al estudio de la cuenca hidrológica, en la dimensión
ambiental pasaríamos a realizar recorridos donde identificaríamos procesos
tanto degenerativos como regenerativos.
La idea es identificar las problemáticas para generar propuestas
concretas que ayuden a mejorar la situación.
Hans, un profesor holandés sociólogo de la UAM interesado en temas
ambientales realizó una plática y nos enseñó a través de ejercicios
presenciales, la vinculación sistémica con el funcionamiento ambiental.
Multidisciplinario. Vínculos, interacciones y retroalimentaciones dentro
de múltiples círculos. Interacción, creatividad, innovación. Estas son algunas
de las palabras que me quedaron grabadas de su presentación.
Una distinción muy importante también es saber que bajo el paradigma
del pensamiento lineal, todo es causa y efecto mientras que en el pensamiento
sistémico, se trata de no sólo la racionalidad de las acciones, sino también
las emociones.
Los círculos viciosos y virtuosos son un ejemplo de pensamiento
sistémico. Algunos son ciclos de reforzamiento y otros son de balance. Lo
importante es saber identificar dónde intervenir para poder modificar los
ciclos.
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